
El corazón vitivinícola de Rioja Alavesa latió con fuerza en Samaniego in Wine, una jornada que unió pueblo, vino y talento humano. Uno de los momentos más esperados fue, sin duda, la cata de Santi Rivas @colectivodecantado, quien demostró, una vez más, que la pedagogía enológica no está reñida con el humor, la frescura y la naturalidad.

Una cata diferente, directa y con alma
Desde el primer minuto, Santi Rivas rompió el molde. No se parapetó tras tecnicismos ni notas de cata academicistas. Subió al escenario con ironía bien calibrada y una pasión por el vino desbordante, que contagió a los asistentes. Uno a uno, invitó a los bodegueros a subir con él, dándoles protagonismo real, escuchándolos, preguntándoles y dejando que sus palabras conectaran con el público tanto como sus vinos. Una forma auténtica de comunicar el vino: sin artificios, con profundidad, pero también con cercanía.

Cuatro bodegueros, cuatro formas de entender el vino

Especial atención merecen tres intervenciones que, por contenido y emoción, elevaron el tono de la jornada:
- Miguel Ángel Pascual Larrieta sorprendió por su honestidad sin filtros. Con un lenguaje claro y directo, conectó con el público por su naturalidad y por cómo entiende el vino: desde la tierra, desde la humildad, desde el respeto al viñedo viejo. Su intervención fue una reivindicación del viticultor como figura esencial del relato vinícola.
- Mariasun Sáenz de Samaniego, de Bodegas Ostatu, transmitió con claridad la fuerza del proyecto familiar que representa. Su intervención destacó por la sinceridad con la que relató la evolución de la bodega, basada en el estudio constante y en la observación atenta de otros proyectos de los que aprender. Con sensibilidad y convicción, mostró cómo la tradición puede dialogar con la innovación, y cómo el conocimiento adquirido a través de generaciones y experiencias compartidas se convierte en el mejor motor para seguir creciendo con coherencia y autenticidad.
- Juan Luis Cañas, alma máter del ambicioso proyecto “Familia Cañas”, dejó claro por qué su apellido es sinónimo de excelencia en Rioja Alavesa. Con su sólida experiencia, compartió reflexiones sobre el crecimiento sostenible, la herencia familiar y el reto de mantener la calidad en vinos de alta gama. Su visión de futuro es ejemplo de cómo se puede escalar sin perder el alma.\
- Jesús Mendoza, enólogo de Remírez de Ganuza, ofreció un discurso técnico impecable. Pero no solo fue ciencia: también emoción, sensibilidad por la viña y una devoción absoluta por la precisión. Su forma de entender la selección de uva, los tiempos de crianza y los microdetalles en bodega emocionaron tanto como impresionaron.



Los vinos catados: expresión diversa de un mismo territorio
Durante la sesión, se degustaron ocho vinos que reflejan con brillantez la diversidad de estilos y filosofías que conviven hoy en este pueblo de Rioja Alavesa. Aquí una breve descripción de cada uno:
- Santa Lucía Blanco Fermentado en Barrica 2022
Viura de viñas antiguas, desgranado a mano, crianza en barrica y botella. Frescura, volumen y complejidad. Un blanco con alma de tinto. - Lore 2022
Viura y Malvasía en equilibrio perfecto. Procedente de un viñedo singular plantado en 1957, fermentado con lías en barrica de 500 L. Elegancia y verticalidad. - M. Bello Maceración Carbónica 2023
Tempranillo con 10% de Viura, estilo clásico de maceración carbónica. Jugoso, fresco y de marcada identidad riojano-alavesa. - Leteo Ecológico 2024
Tempranillo ecológico, elaborado con mimo y sostenibilidad. Vino honesto, con taninos suaves y expresión de fruta roja madura. - Argía Selección de Familia 2020
Tempranillo potente, de larga crianza (24 meses en barrica y 24 en botella). Profundo, redondo y con notable capacidad de guarda. - B70 2020 (Baigorri)
Producción limitadísima (1.200 botellas), Tempranillo de viñas plantadas en 1942. Un vino de culto: finura, estructura y carácter. - El Cristo de Samaniego 2021
Mezcla de Tempranillo, Garnacha, Malvasía y Viura. Crianza mixta en cemento y roble. Singular, fresco, atlántico. - Viña Coqueta 2015 (Remírez de Ganuza)
El gran clásico. Tempranillo con Graciano, de Viña Coqueta (1975), con 26 meses en barrica. Complejidad, equilibrio y nobleza.

Una cata que nos recordó por qué Samaniego y toda Rioja Alavesa es vanguardia
La cata de Santi Rivas no solo ofreció vinos excepcionales; ofreció una lección de variedad de estilos y formas de entender la viña. Los distintos modelos son complementarios en esta tierra de vino. «Samaniego in Wine» se consolida así como una cita imprescindible en el calendario vitivinícola del norte de España.
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