El sector vitivinícola europeo ha alzado la voz ante las negociaciones entre la Unión Europea y Estados Unidos para reclamar la inclusión del vino en el llamado acuerdo de “cero por cero arancelario”, que eximiría a determinados productos del pago de aranceles. El Comité Europeo de Empresas del Vino (CEEV), con el respaldo de la Federación Española del Vino (FEV), considera que dejar el vino fuera de este acuerdo supondría un grave retroceso comercial y un golpe directo a la competitividad de las bodegas europeas.
Un mercado estratégico para el vino europeo
Estados Unidos se ha consolidado en los últimos años como el principal destino para los vinos envasados españoles, tanto tranquilos como espumosos. En palabras de José Luis Benítez, director general de la FEV, mantener el actual arancel del 15% “podría lastrar el comercio con este país hasta en un 10%”, a lo que se suma la volatilidad del tipo de cambio euro-dólar, que complica aún más las condiciones para los exportadores europeos.
La eliminación de ese arancel es, por tanto, vital para preservar la cuota de mercado, mantener márgenes y asegurar la continuidad de las relaciones comerciales transatlánticas.
Un impacto que afecta a ambos lados del Atlántico
Marzia Varvaglione, presidenta del CEEV, ha recordado que tanto el sector europeo como el estadounidense han defendido históricamente un comercio fluido y libre de trabas. El vino no solo genera valor para las bodegas europeas, sino que también impulsa la distribución y la hostelería estadounidense. Por cada dólar que una bodega europea factura en EE. UU., los sectores estadounidenses generan 4,50 dólares, lo que demuestra el carácter estratégico y compartido del vino como producto de alto valor añadido.
Riesgos económicos si no se actúa
Ignacio Sánchez Recarte, secretario general del CEEV, ha sido claro: “Si el vino no se incluye en el acuerdo final, las consecuencias serán graves”. Desde el sector se insta a los responsables políticos y negociadores a actuar con urgencia y determinación para asegurar que el vino entre en la lista de productos incluidos en el acuerdo arancelario cero por cero.
Un mensaje de unidad desde el sector vitivinícola
La petición del cero por cero arancelario para el vino no es solo una reivindicación económica, sino una apuesta por mantener viva una cooperación comercial que ha demostrado ser beneficiosa para ambos continentes. La industria del vino europeo lleva décadas generando valor, crecimiento, empleo y vínculos culturales en todo el mundo. Protegerla en el actual contexto geopolítico y económico es, más que nunca, una prioridad.