Las cooperativas españolas estiman una producción de entre 37,5 y 38 millones de hectolitros y confían en la calidad de la uva gracias a las lluvias recientes
Una campaña con altibajos
El sector vitivinícola de Cooperativas Agro-alimentarias de España ha hecho pública su primera estimación para la campaña de vendimia 2025, que se sitúa entre los 37,5 y 38 millones de hectolitros de vino y mosto. A pesar de los múltiples desafíos climáticos sufridos este año, como la sequía, el mildiu o los daños por fauna salvaje, las lluvias recientes y el estado vegetativo en algunas zonas generan moderado optimismo entre los productores.

Climatología adversa, pero con alivios puntuales
Durante la campaña, los viñedos han enfrentado numerosos obstáculos: tormentas, pedriscos, plagas y un retraso en el envero de hasta dos semanas en comparación con 2024. El mildiu ha tenido un impacto especialmente fuerte en Andalucía y otras regiones peninsulares, complicando aún más el manejo de los cultivos.
Sin embargo, las lluvias caídas en momentos clave han supuesto un alivio importante para muchas zonas, permitiendo que viñedos muy afectados por la sequía de años anteriores recuperen vigor y equilibrio.
Menos existencias, un dato positivo para el mercado
El Consejo Sectorial también valoró los últimos datos del sistema INFOVI, que muestran unas existencias finales de vino de 33,8 millones de hectolitros al cierre de mayo. Esta cifra supone una reducción de un millón respecto a 2024, lo que se interpreta como una señal positiva que podría ayudar a mejorar el equilibrio entre oferta y demanda al final de campaña.
Expectativas: calidad por encima de cantidad
Aunque todavía es pronto para realizar predicciones definitivas, el sector confía en una vendimia de calidad en España en 2025, especialmente si la meteorología se mantiene estable en las próximas semanas. La combinación de viñedos más equilibrados, lluvias oportunas y controles sanitarios estrictos permiten anticipar una cosecha de uva sana y equilibrada.
Resiliencia y esperanza
A pesar de las adversidades, las cooperativas vitivinícolas muestran una vez más su capacidad de adaptación y su apuesta por la calidad como motor de valor. La vendimia 2025 será, previsiblemente, más ajustada en volumen que en años anteriores, pero con una calidad que promete grandes vinos.