El sector experimenta con nuevas variedades para diversificar y mejorar la calidad de sus vinos blancos, rosados y tintos
La Denominación de Origen Cigales ha cerrado la vendimia de 2025 con un balance positivo. Las bodegas de la zona han recogido un total de 7.062.628 kilos de uva, lo que supone un incremento del 15,6% respecto a la campaña anterior.
El inicio de la vendimia tuvo lugar el 29 de agosto en Cubillas de Santa Marta, siendo la segunda fecha más temprana en la historia de la DO. Como es habitual, las primeras uvas recogidas se destinaron a la elaboración de los reconocidos vinos rosados de la región.

Una cosecha marcada por el buen estado sanitario de la uva
El crecimiento en la producción se debe a un ciclo vegetativo sin heladas y con un desarrollo equilibrado de la vid. No obstante, las lluvias primaverales favorecieron la aparición de Mildiu en algunas parcelas del sur, lo que redujo ligeramente el potencial productivo.
Aun así, los técnicos del Consejo Regulador destacan que la uva ha llegado en excelente estado sanitario, con niveles óptimos de grado alcohólico y acidez, lo que anticipa vinos aromáticos, equilibrados y con buena estructura.
Predominio del Tempranillo y apuesta por la diversidad varietal
La variedad Tempranillo continúa siendo la columna vertebral de Cigales, representando el 82% de la uva recogida. Le siguen las variedades blancas (Verdejo, Albillo, Viura y Sauvignon Blanc), que alcanzan un 11% del total, y otras tintas como Garnacha, Merlot, Cabernet Sauvignon y Syrah, que completan el 7%.
Con el objetivo de diversificar la producción y enriquecer el perfil enológico, el Consejo Regulador, junto con la Estación Enológica de Castilla y León, ha iniciado ensayos con nuevas variedades. Entre ellas, la Garnacha Gris y la Claireto, esta última aún no reconocida oficialmente, pero presente en viñedos históricos. También se ha probado la Castellana Blanca, una variedad tradicional que podría recuperar protagonismo.
Innovación para el futuro de Cigales
Estas pruebas buscan valorar la adaptación de nuevas variedades al clima continental y su potencial para elaborar vinos de alta calidad, manteniendo la identidad de la denominación. Los resultados de las primeras microvinificaciones se conocerán en las próximas campañas.
La DO Cigales refuerza así su compromiso con la calidad, la innovación y la sostenibilidad, consolidando su posición como una de las zonas más dinámicas del panorama vitivinícola de Castilla y León.
