Un estudio analiza las regiones vitivinícolas y propone estrategias para un desarrollo sostenible
El enoturismo español sigue en auge y se profesionaliza. Así lo demuestra el nuevo informe «El Enoturismo en España: Un Análisis Estructural y Comparativo de la Competitividad Regional», publicado por Vinetur. Este estudio, basado en datos de 2024, presenta una radiografía completa del sector y clasifica las regiones vitivinícolas según su desarrollo y potencial turístico.

Un índice para medir la excelencia enoturística
El Índice de Desarrollo Enoturístico (IDE) es la herramienta clave del informe. Mide cinco pilares:
- Demanda y afluencia
- Infraestructura y densidad de la oferta
- Riqueza cultural y experiencial
- Soporte institucional y visión estratégica
- Tradición y prestigio histórico
Con estos criterios, el informe clasifica las regiones en cuatro categorías: Regiones de Excelencia, Regiones Consolidadas, Regiones Emergentes y Regiones Rezagadas.
Rioja, Jerez y Ribera del Duero: las regiones más competitivas
La DOCa Rioja, el Marco de Jerez y la DO Ribera del Duero lideran el ranking. Son las únicas regiones que destacan en todos los pilares evaluados. Combinan:
- Alta afluencia de visitantes
- Infraestructuras modernas
- Amplia oferta cultural
- Apoyo institucional sólido
- Reconocimiento histórico internacional
En 2024, Rioja recibió más de 900.000 visitantes y cuenta con más de 130 empresas asociadas solo en Rioja Alta. Jerez impresiona con sus bodegas monumentales y oferta cultural ligada al flamenco. Ribera del Duero destaca por su imagen de marca y presencia en cuatro provincias.

Tendencia: menos cantidad, más calidad
Una de las principales conclusiones del informe es el avance hacia un modelo de «premiumización»:
- En 2023, el impacto económico directo del enoturismo superó los 100 millones de euros
- El gasto medio diario por turista fue de 173 euros, superior a la media del turismo general
- Crece la presencia de visitantes internacionales, especialmente de EE. UU., Países Bajos y Francia
Esta tendencia refleja un cambio estratégico: las experiencias personalizadas y de alto valor ganan terreno frente al turismo masivo.
Retos y oportunidades para otras regiones
Las regiones consolidadas como Penedès, Rías Baixas o Somontano cuentan con una buena base pero necesitan reforzar su proyección internacional.
Las emergentes, como Toro, Rueda o Navarra, deben mejorar su infraestructura y profesionalización para integrarse mejor en redes suprarregionales.
El caso de Priorat es particular: máximo prestigio vinícola pero acceso limitado. Su apuesta debe ser por el turismo exclusivo.
¿Qué necesita el enoturismo español para seguir creciendo?
El informe propone varias estrategias para fortalecer la competitividad del enoturismo en España:
- Apostar por la sostenibilidad (ambiental, económica y social)
- Avanzar en digitalización y gestión inteligente del destino
- Fomentar el turismo de bienestar y experiencias auténticas
- Crear una inteligencia turística nacional con datos precisos y análisis continuos
Además, se recomienda diseñar campañas específicas para mercados internacionales de alto poder adquisitivo y evitar la masificación en las regiones líderes.
El vino como motor turístico y cultural
España cuenta con un enorme potencial enoturístico. El éxito no depende solo del prestigio del vino, sino de la capacidad de las regiones para construir destinos completos y sostenibles. Rioja, Ribera del Duero y Jerez son referentes por derecho propio, pero el futuro del sector estará marcado por la innovación, la autenticidad y la apuesta por el valor añadido.