Expertos alertan de la posible desaparición de este patrimonio vitícola ante las presiones del mercado y la falta de información clara en el etiquetado.

Una Paradoja Económica en Sonoma
La Conferencia de la Old Vine Conference, celebrada el pasado 3 de noviembre en Sonoma, California, puso de manifiesto una paradoja crítica: los viñedos históricos, considerados el corazón de la viticultura de calidad, se encuentran en grave riesgo de desaparición. El principal factor de presión es la sobreoferta de uva y vino a granel, que ha hundido los precios e intensificado la presión económica sobre los propietarios, obligándoles a considerar el arranque de cepas centenarias.
La pérdida de estos viñedos implicaría mucho más que un cambio de paisaje; significaría la extinción de un valioso patrimonio agrícola, la pérdida de conocimientos sobre la adaptación climática de estas plantas y un golpe a las familias que los han mantenido vivos por generaciones. Stuart Spencer, de la Lodi Winegrape Commission, llamó a analizar el sector como un ecosistema internacional para encontrar un equilibrio que otorgue mayor peso a los agricultores.
El «Problema del Techo de Precio»
Morgan Twain-Peterson, de Bedrock Wine Co., identificó uno de los principales obstáculos económicos: el «problema del techo de precio». Los viñedos más antiguos en California se asocian casi exclusivamente con la variedad Zinfandel, cuyo precio rara vez supera los 75 dólares por botella, incluso en sus mejores expresiones. Esta limitación contrasta con el precio que alcanzan otras variedades, como el Cabernet Sauvignon, lo que reduce la rentabilidad de mantener las cepas viejas y las vuelve vulnerables a ser reemplazadas por cultivos más lucrativos.
Los expertos coincidieron en que la supervivencia de estos viñedos pasa por asegurar que los gestores obtengan mayores ingresos por mantener las cepas antiguas que por eliminarlas. Para ello, es indispensable aumentar el interés del consumidor e informar mejor sobre el valor añadido de estos vinos.
La Desconexión del Consumidor: ¿Qué Dicen las Investigaciones?
Un estudio presentado por Christian Miller (Full Glass Research) reveló el núcleo del problema: aunque los profesionales valoran las cepas viejas, cerca del 75% de los consumidores habituales no especializados desconoce qué son o por qué son importantes. Al mostrarles imágenes de viñedos centenarios frente a plantaciones modernas, no percibieron diferencias significativas.
Sin embargo, hay una oportunidad: una vez que se explica el concepto, el componente histórico y la implicación cualitativa de la cepa antigua, muchos consumidores mostraron un interés inmediato por atributos como la tradición y la complejidad. Como señaló Twain-Peterson, la conexión histórica y el esfuerzo por preservar este patrimonio frente al beneficio rápido son argumentos muy atractivos en el marketing del vino.
El Desafío del Etiquetado: Entre la Credibilidad y la Logística
Trasladar este valor a la botella es un reto logístico y regulatorio. Se debatió intensamente cómo debería figurar la designación «old vine» (viña vieja) en la etiqueta. El principal riesgo es que, sin una regulación estricta, el término se convierta en una mención vacía, utilizada de forma comercial sin control real, como ha sucedido con otros términos como “reserva”.
Desde el punto de vista comercial, existen dificultades prácticas. Peter Granoff señaló los costes laborales y los problemas logísticos de añadir pegatinas informativas en tienda. Scott Stewart advirtió sobre quién debe asumir los gastos adicionales. Se citó el caso positivo de Sudáfrica, donde el sello Old Vine Project verifica y registra el año exacto de plantación. No obstante, en California, la falta de un registro estatal sistemático complica la verificación de la edad real de las cepas.
Estrategias para la Supervivencia del Patrimonio Vitícola
A pesar de los obstáculos, existe la disposición para implementar un etiquetado específico si se hace con rigor. La clave, según los Master Sommeliers presentes, no es intentar convertir estos vinos en productos masivos (su producción es limitada), sino centrarse en consumidores de nicho que ya valoran lo artesanal y lo tradicional.
Los datos indican que la información sobre viñas viejas puede inclinar una decisión de compra cuando el cliente duda entre dos botellas similares, aunque la región y la variedad sigan siendo factores prioritarios. La conferencia ha dejado claro que la diferencia entre el entusiasmo profesional y el desconocimiento general es el campo de batalla donde se jugará el destino de uno de los patrimonios agrícolas más importantes de California.
