Vídeos, aulas virtuales o libros sobre vino como métodos de aprendizaje durante el toque de queda
La actual situación sanitaria ha provocado el cierre de muchos establecimientos por lo que los más preparados serán los que tengan más oportunidades laborales en un futuro cercano.
El sector de la hostelería es sin duda uno de los grandes perjudicados debido a la pandemia de la COVID-19. En muchas ciudades la restauración ha tenido que echar el cierre de manera obligada. A la delicada situación se suma el lógico enfado por parte de trabajadores y empresarios que ven como las ayudas prometidas llegan tarde o simplemente ni eso. Aunque sea complicado aplicarse el dicho de ‘al mal tiempo, buena cara’ se puede aprovechar el tiempo en nuestro propio beneficio.
Es momento de hacer algo provechoso y que nos satisfaga. Hablamos de invertir tiempo, no dinero, en la formación como profesional de la restauración. ¿Cómo se hace? Es fácil. Debemos buscar en la red recursos que puedan ser válidos para aplicar en nuestro trabajo diario cuando toque ponerse de nuevo manos a la obra. En Youtube existen multitud de vídeos para iniciarte en el mundo del vino. Los protocolos de servicio de vino, servicio de sala o liderazgo en sala son algunos de los ejemplos que se encuentran a nuestro alcance y podemos ver para aprender. Incluso hay videos de profesionales de la talla de Abel Valverde o Josep Roca.
Si esta idea no te satisface, también existe la opción de aprender a través de un aula virtual. Podéis acceder a varias plataformas de aprendizaje online y veréis que hay muchos cursos gratuitos o subvencionados de corta duración (20 horas). Si a esto añadimos la oferta de formación en empresas tipo FORCEM, vemos que hay varias posibilidades. Para los románticos que prefieren leer un libro físico, la oferta también es enorme cuando en un buscador escribes la palabra ‘vino’. ‘Que me van a enseñar a mi’ o ‘Es una pérdida de tiempo’ son las excusas más utilizadas; y en realidad no nos damos cuenta de que entramos en un momento en el que muchos restauradores tendrán que cerrar. Serán muchos puestos de trabajo menos. Y, como siempre, los más preparados serán los que tendrán más oportunidades. Por lo tanto, se trata de aprovechar el tiempo e invertirlo en nuestro futuro profesional.