Jerez en casa 2.0
Leticia González | La segunda cata a la que asistí se titulaba Guía para el Sumiller de los Vinos de Jerez, y fue impartida por César Saldaña, presidente del Consejo Regulador y Josep Roca, sumiller de El Celler Can Roca. Para esta cata se contó con la colaboración de la tienda online Bodeboca, donde previamente hicimos el pedido de los vinos y sólo así nos daban el enlace a la reunión virtual los organizadores.
Un auténtico placer con dos grandes conocedores del mundo de Jerez, que gracias a la sutileza de palabras de Pitu Roca para cada descripción, hicieron de la hora de cata un momento realmente mágico. Para esta degustación, se eligieron vinos representativos de algunas de las bodegas de Jerez:
1. La Guita. Manzanilla en Rama de la Denominación de Origen Sanlúcar de Barrameda. Saca de octubre 2019. Flor punzante, acetaldehídos, sensación ácida, potente salinidad. En boca, de generosa sapidez. Un vino de enorme versatilidad, ideal para acompañar salazones, almendras, aceitunas, al igual que productos umami, del mar, escabeches y ceviches.
2. Don Zoilo. Amontillado 12 años. Williams & Humbert. Ocho años de crianza biológica y cuatro de crianza oxidativa. Su aroma, simplemente embriaga el entorno. Invita al silencio, a prestar atención… Un pura sangre en boca. Elementos punzantes en el paladar; cae como flecha y luego se expande, jugando con notas de avellanas. Un juego entre el terroir de las viñas de Añina y Carrascal y el terroir de la bodega. Un excelente aliado para acompañar productos muy concentrados, ya sea de mar, gastronomía mexicana con picantes o moles, ceviches, té verde, algas kombu o nori, cocina asiática, currys y soja. Es una belleza no escusada, hay que dedicarle tiempo en el paladar y dejar que se acerque a nuestra temperatura corporal. Te lo da todo…
3. Oloroso Alfonso. González Byass. Aproximadamente 8 años de crianza oxidativa. Amabilidad, cercanía, calidez reconfortante, vigor con terciopelo que arropa. Un baño de sol en pleno otoño. Estupenda armonía con platos de caza, setas, mole poblano…
4. Eva Cream. Barbadillo. Conjunción perfecta entre la palomino fino del oloroso y la Pedro Ximénez. Dos mundos que se abrazan, se quieren y se quedan para siempre. La dulzura y la amabilidad. Vino con su historia y generosidad, transmisión de conocimiento, rocío, juego, alquimia, magia, ensamblaje, untuosidad, viscosidad lenta en el paladar, perfecto para acompañar postres como el tocinillo del cielo con yema o incluso platos salados como alcachofas o foie.
Tras este interesante recorrido por los vinos de Jerez y las poéticas descripciones de Pitu Roca, hemos disfrutado de una cata excepcional que nos ha hecho soñar con poder volver a esas tierras y quedándonos mientras tanto con la idea de que hay saber que existe un vino de Jerez para cada hora del día. De esta forma, del alba al crepúsculo podremos vivir y disfrutar Jerez intensamente desde casa.
Una gran visión de los vinos del Jerez que desprende pasión y contagia entusiasmo. Gracias.