Bodegas Henri Abelé, 250 años de herencia
Hoy por hoy, el maestro bodeguero Nicolas Jaeger trabaja con respeto por las tradiciones y una búsqueda constante de innovación. Maison Henri Abelé tiene una producción limitada.
La historia de Henri Abelé nació en 1757 cuando Théodore Vander Veken fundó la casa. Ochenta años más tarde, Antoine de Muller se instaló definitivamente en Reims como su sucesor. Introdujo a muchos jóvenes en el negocio y fomentó las innovaciones técnicas para mejorar la calidad del vino espumoso y su conservación. Poco después, François Joseph Charles Kilian Abelé se convirtió en socio de De Muller y luego fundó, en 1842, la Maison Abelé de Muller. El último de los cuatro hijos del matrimonio, Henri Marie Joseph Louis Abelé, continuó comerciando vinos de Champagne por su cuenta tras la muerte de su padre. Hizo construir edificios comerciales y cavar sótanos en Reims.
Henri fue el primero en utilizar la congelación para trabajar los vinos de champán. Hasta entonces, el degüelle se realizaba sobre la marcha. Gracias a la invención de Walfart, todavía en uso hoy en día, la pérdida de vino es casi nula y la operación se hace más fácil y rápida. El incendio del 19 de septiembre de 1914 afectó a todas las casas que rodean la catedral, incluida la de Henri Abelé. La familia se vio obligada a refugiarse en los sótanos del establecimiento empresarial. Henri Abelé falleció en 1923. Después se creó la Sociedad de Amigos de la Catedral de Reims para asegurar la recaudación de fondos para la restauración de la Catedral de Reims.
En 1985, el grupo familiar español Freixenet adquirió la Maison. Henri Abelé celebró en 2011 el 800 aniversario de la Catedral. La Maison Abelé, que siempre ha estado fuertemente ligada a su patrimonio, es uno de los mecenas de este acontecimiento histórico. Para celebrar este aniversario, la Casa lanzó una botella de edición limitada de rosado Sourire de Reims. En la actualidad, el maestro bodeguero Nicolas Jaeger trabaja con respeto por las tradiciones y una búsqueda constante de innovación. La escala humana de Maison Abelé permite velar el desarrollo de sus cavas, como un artesano en sus creaciones. Ansiosa por hacer que cada cuvée sea único, Maison Henri Abelé tiene una producción limitada.