Freixenet y el arte de hacer vino
Con más de 150 años a sus espaldas, esta empresa bodeguera se ha convertido por méritos propios en la líder del sector del cava.
Fieles a sus raíces, en Freixenet siguen esforzándose por hacer los mejores vinos con pasión y para ayudar al mundo a celebrar cada momento. En 1861 empieza el negocio familiar Casa Sala, antecesor de la actual empresa bodeguera, fundado por Francesc Sala Farrés, al que sucede su hijo Joan. El lanzamiento al mercado de la primera botella de espumoso se produjo en 1914. Quince años más tarde y con motivo de la Exposición Universal, se creó el ‘Niño Freixenet’, que rápidamente se convirtió en el icono de la marca.
A finales de los 50, José Ferrer se incorporó a la dirección de Freixenet tras finalizar sus estudios de enología y mercantiles con el objetivo de iniciar su modernización. Esto se produce tanto en producción, con una mayor mecanización y ampliación de la bodega, como en una visión comercial más dinámica que incluyó los primeros intentos de internacionalizar la marca. Años más tarde llegó José Luis Bonet como Director Comercial. Junto a su tío formaron un tándem imbatible. Ambos diseñaron un extraordinario plan de marketing: crearon productos icónicos como Carta Nevada y Cordón Negro, vitales para la expansión de Freixenet que se fue consolidando como líder del sector del cava, gracias al éxito obtenido internacionalmente, con el paso de los años.
En 2007, el prestigioso director de cine Martin Scorsese dirigió su tradicional anuncio de Navidad. El mejor director de todos los tiempos para muchos se inspiró en la obra de Hitchcock para crear un irrepetible corto de suspense protagonizado por Simon Baker y Kelli O’Hara. Y en 2018, Henkell y Freixenet unieron fuerzas para crear el líder mundial en el sector de los vinos espumosos.