La biodiversidad es nuestro futuro
La pérdida de la biodiversidad pone en riesgo la disponibilidad de alimentos para todo el mundo
La primera parte del Conferencia sobre la biodiversidad de la ONU llega hoy a su fin. Le seguirán las negociaciones finales sobre el marco de biodiversidad mundial posterior al año 2020 que se celebrarán durante reuniones presenciales en Kunming, en China, en abril de 2022. La conferencia tratará sobre la adopción de un marco posterior a 2020 para la biodiversidad mundial que ofrecerá una visión estratégica y una hoja de ruta para la conservación, la protección, la restauración y la gestión sostenible de la biodiversidad y de los ecosistemas durante la próxima década. Slow Food espera encarecidamente que dicha hoja de ruta incluya objetivos bien escogidos y cuantificables que tengan en cuenta el papel de aquellas personas que siempre han protegido la naturaleza. El primer borrador del marco de biodiversidad mundial reconoce que es necesario que se desarrolle una política urgente a nivel mundial, regional y nacional para poder transformar el modelo económico, social y financiero, de modo que las tendencias que han agravado la pérdida de biodiversidad se estabilicen en 2030 y permitan la recuperación de los ecosistemas naturales, logrando alcanzar mejoras netas en 2050.
«Slow Food ha participado en los procesos de consulta previos a la Convención sobre la Diversidad Biodiversidad (CBD) de la ONU, y ha destacado dos mensajes: la estrategia mundial de biodiversidad debe poner a las personas en el centro e incluir indicadores de diversidad alimentaria», comenta Marta Messa, directora de Slow Food Europe. Estos indicadores van desde la diversidad de las tierras de pasto hasta el número de bancos de semillas y pequeños agricultores que trabajan con la biodiversidad diversidad local. «Unos indicadores que también deberían incluir tendencias en la diversidad de las prácticas sostenibles en lo que respecta a la gestión de tierra, de las prácticas sostenibles para la pesca, de las técnicas de procesado alimentario y de los alimentos procesados (como por ejemplo, panes, quesos, embutidos…). Todo esto es crucial para apoyar la productividad, la sostenibilidad y la resiliencia de la biodiversidad», añade Messa. La serie de sesiones de alto nivel de la Conferencia sobre la biodiversidad de la ONU ha adoptado la Declaración de Kunming, en la que los partidos comprometidos con el desarrollo adoptarán e implementarán un marco de biodiversidad mundial posterior a 2020 que sea efectivo y que ponga rumbo a la recuperación de la biodiversidad para que esta esté recuperada en 2030 como muy tarde. «Este es un primer paso importante mientras se continúa con el trabajo sobre el marco de biodiversidad mundial», comenta Messa. «Entre los elementos necesarios para alcanzar un marco que tenga éxito, la Declaración menciona la participación real de los pueblos indígenas y de las comunidades locales, mientras que algunos Estados, así como Estados Unidos, han prometido incrementar los fondos dedicados a la biodiversidad. Nosotros, en Slow Food, seguiremos de cerca la implementación de esta Declaración, asegurándonos de que se presta atención a las voces de las comunidades locales e indígenas».
Durante más de veinte años, Slow Food ha trabajado la cuestión de la biodiversidad, que sustenta la agricultura y la producción alimentaria, centrándose en especies y variedades de plantas, razas animales, insectos beneficiosos, microorganismos, ecosistemas, conocimientos y cultura. «Ahora más que nunca, si queremos garantizar una comida buena, limpia y justa para todos tenemos que empezar por la biodiversidad e invertir un modelo de producción que sigue generando desastres medioambientales y sociales y socavando los cimientos de la seguridad alimentaria, tanto para las generaciones actuales como para las del futuro», comenta Edie Mukiibi, vicepresidente de Slow Food. «Para nosotros, la biodiversidad significa tierra, agua, alimentos, tradiciones y culturas: proteger todo esto es el único modo de abordar el cambio climático, la malnutrición, las pandemias y las crisis económicas».
Puedes encontrar más información en el documento de exposición de Slow Food Si la biodiversidad está viva, también lo está el planeta, que pone énfasis en los principales retos a los que se enfrenta nuestro planeta y presenta posibles soluciones, que empiezan por las prácticas agroecológicas.