SUBSIERRA: Tradición y Sostenibilidad al Pie de la Sierra Cantabria
Esta iniciativa reúne a ocho bodegas y viticultores con un compromiso común hacia un modelo de producción sostenible, respetuoso con el entorno y orientado al futuro. Nacida bajo el cobijo de la majestuosa Sierra Cantabria, SUBSIERRA se convierte en un claro ejemplo de la importancia del trabajo colectivo, la preservación de las tradiciones y la innovación en el mundo del vino.
Un Compromiso por el Futuro del Vino
SUBSIERRA surge en un contexto en el que la sostenibilidad y el respeto al medio ambiente son esenciales para el éxito y la longevidad de cualquier industria. El corazón de esta asociación late al ritmo de la biodiversidad, la viticultura ecológica y la preservación del paisaje cultural de Rioja Alavesa y Rioja Alta. Con el respaldo de 318 hectáreas de viñedos, 77 referencias de vino y presencia en seis pueblos, SUBSIERRA representa una forma de hacer vino que va más allá de la mera producción; busca proteger la identidad y riqueza de una región históricamente vinculada al vino.
El trabajo en común de estas ocho bodegas y sus familias refleja su pasión por la tierra y el vino. Con generaciones dedicadas al oficio, SUBSIERRA promueve un futuro en el que las tradiciones y la sostenibilidad convergen, asegurando que las próximas generaciones de viticultores y amantes del vino hereden un legado sólido y fértil. Ahora, descubramos un poco más sobre cada una de las bodegas que conforman esta prometedora asociación.
1. Bodegas Artuke: Pureza de «cosecherismo» y Rescate de Viñedos
Bodegas Artuke, ubicada en Baños de Ebro, se caracteriza por su empeño en rescatar la pureza de los suelos y viñedos abandonados. Con una filosofía que gira en torno al concepto de terroir, Artuke busca preservar y potenciar las características únicas del terreno y del clima de la zona. Su dedicación ha resultado en vinos con personalidad propia, que reflejan la esencia de la Rioja Alavesa y demuestran que la tradición y la innovación pueden coexistir de manera armoniosa.
2. Bodegas Tierra: Vocación de servicio a la tierra.
Desde Labastida, Bodegas Tierra lleva tres generaciones comprometidas con el arte de la viticultura. Su trabajo busca mantener viva la tradición vitivinícola y despertar la vocación de «viñeros» en las nuevas generaciones. La familia que lidera esta bodega ha sabido adaptarse a los tiempos sin perder de vista el legado recibido, equilibrando prácticas tradicionales con enfoques modernos que garantizan vinos de calidad excepcional y gran arraigo en la historia local.
3. Carlos Sánchez: Producciones Ecológicas y Exclusivas
Carlos Sánchez, también desde Labastida, es un apasionado de la viticultura ecológica, un compromiso que se refleja en sus producciones limitadas y meticulosas. Su bodega se especializa en elaborar vinos que no solo cumplen con estándares de alta calidad, sino que también respetan el equilibrio del entorno. Este enfoque selecto y personal le ha permitido ofrecer productos de gran singularidad, con un profundo respeto por la tierra que los produce.
4. Bodegas Loli Casado: Equilibrio entre Tradición y Modernidad
Situada en Lapuebla de Labarca, Bodegas Loli Casado es un ejemplo de cómo las prácticas modernas y la tradición pueden integrarse para crear vinos memorables. Esta bodega ha adoptado prácticas sostenibles y tecnológicas que, sin dejar de lado las tradiciones transmitidas de generación en generación, elevan la calidad de su producción. El compromiso de Loli Casado con la preservación del medio ambiente y la adopción de prácticas innovadoras le permite ofrecer vinos que cuentan historias únicas del pasado y el presente.
5. Bodegas Teodoro Ruiz Monje: Cuatro Generaciones de Tradición Artesanal
En San Vicente de la Sonsierra, Bodegas Teodoro Ruiz Monje lleva cuatro generaciones dedicadas a la producción artesanal de vinos. Este linaje de viticultores se ha mantenido fiel a sus raíces, perfeccionando sus técnicas a lo largo del tiempo y poniendo en valor el trabajo manual. Los vinos que producen capturan la esencia de su tierra, combinando tradición con un toque moderno que los hace únicos y reconocibles.
6. Bodegas Amaren: Viñedos Centenarios y Biodiversidad
Ubicada en Samaniego, Bodegas Amaren es un homenaje a generaciones pasadas y un compromiso con el futuro. Sus viñedos centenarios son un testimonio vivo de la historia de la región y reflejan su apuesta por la biodiversidad. Con una filosofía que promueve la conservación del medio ambiente, Amaren ofrece vinos que destacan por su elegancia y por el cuidado con el que son elaborados, siendo un verdadero tributo a la herencia vitivinícola familiar.
7. Bodegas Ostatu: Tradición y Viticultura Ecológica
También en Samaniego, Bodegas Ostatu cuenta con una tradición de siglos de historia. En los últimos años, esta bodega ha centrado sus esfuerzos en la viticultura ecológica, asegurando que la mayoría de su producción cuente con certificación EKo desde 2021. El compromiso de Ostatu con la sostenibilidad se refleja en cada etapa del proceso de producción, con un enfoque en la calidad y el respeto al entorno natural.
8. Bodegas Tentenublo: Reactivando la Producción Artesanal
Desde Viñaspre (Lanciego), Bodegas Tentenublo se dedica a reactivar la producción vitivinícola artesanal. Su objetivo es recuperar prácticas antiguas y métodos tradicionales que ofrecen un enfoque auténtico y sin concesiones. En Tentenublo, cada botella cuenta una historia, capturando el espíritu del lugar y el carácter de su gente. Esta bodega apuesta por mantener vivas las técnicas ancestrales que definen el carácter único de sus vinos.
La Fuerza del Colectivo: Más que Sostenibilidad, Una Filosofía de Vida
La Asociación SUBSIERRA no solo aboga por la producción de vinos de calidad y la preservación del medio ambiente, sino que también se compromete con el bienestar económico y social de la comunidad local. Sus miembros defienden valores como el precio justo para sus productos, la recuperación de viñedos antiguos y el fomento de la biodiversidad. El paisaje cultural de Rioja Alavesa y Rioja Alta se beneficia directamente de este enfoque, asegurando que la tradición vitivinícola continúe desempeñando un papel vital en la identidad regional.
SUBSIERRA entiende que la sostenibilidad va más allá de las prácticas ecológicas; es una forma de garantizar que el arte de hacer vino perdure a través de las generaciones. Al unirse como un colectivo, estas bodegas y viticultores demuestran que la colaboración es la clave para afrontar los desafíos del sector, asegurando la pervivencia de un legado que trasciende los límites del tiempo.
Un Futuro Brillante Bajo la Sombra de la Sierra Cantabria
La creación de SUBSIERRA marca un hito en la historia de Rioja Alavesa y Rioja Alta. Al combinar tradiciones centenarias con una visión de futuro, la asociación se erige como una fuerza motriz en la promoción de una viticultura sostenible y la preservación de las técnicas de elaboración artesanal. A medida que sus miembros avanzan en esta travesía, el compromiso con la calidad, el respeto por la tierra y la dedicación al oficio del vino siguen siendo el corazón palpitante de SUBSIERRA.
Con sus ocho bodegas fundadoras, SUBSIERRA se posiciona como un modelo para el resto de la industria. Un recordatorio de que, cuando el amor por la tierra y la pasión por el vino se entrelazan, el resultado es mucho más que una simple cosecha: es un legado que perdura.