La viticultura está entrando en la era tecnológica. Saga Robotics, una empresa noruega, ha desarrollado un robot autónomo que utiliza luz UV-C para controlar el oídio, ofreciendo una alternativa sostenible a los fungicidas tradicionales.

La innovación de Saga Robotics: Thorvald
El robot, llamado Thorvald, recorre los viñedos de forma autónoma durante la noche y aplica luz ultravioleta tipo C sobre las plantas. Esta luz daña el ADN del hongo, impidiendo que se reproduzca y reduciendo la necesidad de productos químicos.
Según Greg Gonzalez, responsable del viñedo Bien Nacido en Santa Maria, California, “nunca había visto la fruta tan limpia”. La tecnología permite una aplicación precisa y respetuosa con el medio ambiente.
Modelo de negocio: Robots como Servicio (RaaS)
Saga Robotics ofrece sus robots bajo el modelo RaaS, cobrando por hectárea tratada en lugar de vender los equipos. Esto reduce los costes iniciales para los agricultores y facilita la adopción de la tecnología. Además del control del oídio, Thorvald puede:
- Liberar insectos beneficiosos para control biológico de plagas.
- Recoger datos para predecir cosechas.
- Monitorear la salud del viñedo.
- Realizar labores de poda y corte de estolones.
Beneficios de la luz UV-C frente a los fungicidas
El uso de luz ultravioleta tipo C como alternativa a los fungicidas responde a varios factores:
- Los hongos desarrollan resistencia a productos químicos.
- Creciente demanda del mercado y regulaciones para reducir fitosanitarios.
- Mayor sostenibilidad y calidad de la fruta.
Expansión y futuro de Thorvald
Saga Robotics ya trabaja con 1.300 hectáreas de viñedos en California y colabora con trece productores de fresas en Reino Unido. Gracias a una inversión de 11,2 millones de dólares, la empresa planea triplicar su presencia en Estados Unidos y ampliar su cuota en Europa.
La adopción de robots autónomos promete transformar la agricultura, ofreciendo soluciones más ecológicas, precisas y eficientes para enfrentar desafíos como el cambio climático y la resistencia a fungicidas.
El robot Thorvald de Saga Robotics demuestra que la tecnología y la viticultura pueden ir de la mano. Con luz UV-C, menos químicos y un modelo flexible, los viñedos del futuro serán más sostenibles y productivos.