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LANZAMIENTO DE PARCELAS VIURA Y PARCELAS GARNACHA BLANCA DE BODEGAS DOMINIO DE BERZAL

Bodegas Dominio de Berzal lanza al mercado su colección “Parcelas” con dos vinos blancos, un Viura y un Garnacha Blanca. Sus botellas están vestidas con una de las últimas obras del artista Néstor Basterretxea. Amigo de la familia, realizó esta ilustración inspirándose en el paisaje de Rioja Alavesa, como homenaje a esas “parcelas” pequeñas e irregulares que lo conforman.

El diseño de sus etiquetas es un restyling de uno de sus vinos más icónicos. Con este cambio, han apostado por una imagen más moderna (a la par que el corte de los vinos), quitando el papel y serigrafiando directamente la botella.

Hasta ahora habían trabajado el monovarietal de Viura. Ahora, además, se atreven con un 100% Garnacha Blanca. Creen que esta variedad tiene un potencial increíble y que gusta mucho al público final.

Ambos vinos se unen al conjunto de blancos de gran calidad que están volviendo a despuntar en la DOCa Rioja. Con su elaboración, los hermanos Berzal quieren reivindicar los vinos blancos diferentes y originales.

El hecho de que sean monovarietales de dos uvas distintas como la Viura y la Garnacha Blanca permite a quien los pruebe apreciar los matices y características propias de cada una de estas dos variedades. Son vinos muy gastronómicos de la añada 2020, cosecha considerada como muy buena.

EL TERRENO Y LA ELABORACIÓN

En el viñedo buscan rendimientos bajos para que la uva tenga el mejor estado de maduración posible, seleccionándose para conseguir un buen equilibrio entre el grado y la acidez. De ambos hay muy poquitas producciones. Son ediciones limitadas de 1800 botellas del Parcelas Viura y 1900 del Parcelas Garnacha Blanca.

La parcela de la que proceden los racimos de Viura se llama “El Peregigo”. Tiene una edad de más de 50 años. Es un suelo arcillo calcáreo. Está ubicada sobre un monte, en orientación norte, sin pendiente, en una zona de viento que en época de maduración ayuda a sanear la cepa. Con una altitud de 520 metros, se encuentra en una situación propicia para su crecimiento.

La parcela de la Garnacha Blanca se llama “Los Barrancos”. Tiene unos 12 años. Está plantada en suelo arcillo calcáreo en pendiente. Con una altitud de 550m su orientación es noroeste.

Ambas están ubicadas en Baños de Ebro y cuentan con una climatología muy parecida ya que solamente les separa 1 kilómetro. Inviernos fríos (aunque últimamente menos que otros años) y veranos calurosos, con precipitaciones alrededor de los 300 a 400 litros anuales.

A la hora de su elaboración, los hermanos Berzal tienen muy en cuenta las características propias de cada variedad con el fin de que ambas expresen todo su potencial. Tras una selección en viñedo, las uvas se prensan. Parcelas Viura fermenta en depósito de hormigón en forma de huevo mientras que Parcelas Garnacha Blanca lo hace en bocoys de roble francés de 500 litros. Acabado este proceso, en los dos se hace batonoge cada semana para remover las lías durante 7 meses.

El bocoy le aporta a la Garnacha Blanca un toque especiado y original, mientras que el depósito de cemento permite que la Viura se mantenga fresca y no pierda su mineralidad.

BODEGAS DOMINO DE BERZAL: MEMORIA, ENTENDIMIENTO Y VOLUNTAD.

Bodegas Dominio de Berzal es el sueño de tres hermanos: José Luis, Juan Mari e Iñigo Berzal. Juntos tomaron el relevo de su padre fundando en 1999 la bodega actual, situada en Baños de Ebro (Álava), en pleno corazón de Rioja Alavesa.

Además de su unión como familia, comparten la misma pasión por el vino, la tierra y su fruto. Innovadores sin perder su identidad, buscan superarse cada día, recogiendo la sabiduría del pasado, transmitida de generación en generación. Tradiciones que comparten en la familia desde hace más de un siglo.

Los valores que les han dejado sus antepasados y que ahora transmiten son el resultado de un conjunto de recuerdos, anécdotas familiares y emociones heredadas. Un legado de compromiso por la autenticidad, esencia que se palpa en cada una de sus botellas. Así surgen vinos osados, con alma y una extraordinaria calidad. Se diferencian por el carácter selectivo de su producción. La creatividad y la innovación hacen el resto.

Son una familia honesta, trabajadora y con el alma en la tierra. Honran su pasado trabajando en el presente con la mirada ilusionada de lo que les depara el futuro.

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