Las copas de lujo Josephinen llegan a España
Las especiales copas de la firma alemana Josephinen desembarcan en nuestro país de la mano de la distribuidora de bebidas Primeras Marcas. Sopladas a boca siguen la tradición artesana.
Josephinen llega a España gracias a la distribuidora de bebidas Premium Primeras Marcas que se convertirá en su importador en exclusiva en nuestro país. Fundada en 1842 en la histórica región de Silesia, es una de las fábricas de cristal más destacadas del mundo. Con Zalto al frente, la firma alemana destaca por la elaboración de copas únicas de diseño visionario. Cada una de ellas es producida a mano y soplada a boca por artesanos expertos; convirtiéndose en perfectas obras de arte artesanales. El diseñador austríaco calculó la finísima forma de la copa hasta el último detalle y añadió una doble curva que combina forma y función con inteligencia. Una copa que hace que el vino alcance la perfección de su sabor. «Hace vibrar por igual al vino y a la persona”, destaca Kurt J. Zalto.
El director de la distribuidora Primeras Marcas, Philippe Eberlé, se muestra «orgullosos de que una de las fábricas de cristal más destacadas del mundo, diseñadas por un virtuoso de los vidrios, llegue a España de nuestra mano. Estaremos encantados de ayudarles a entrar con fuerza en la gama de copas de alta gama». Varios restaurantes estrella Michelin cuentan ya con las copas Josephinen como Peter Brunel Ristorante Gourmet Arco en Italia, Gästehaus Klaus Erfort, Nobelhart & Schmutzig y 100/200 Kitchen en Alemania o Zén en Singapur.
La colección Josephine Vino
Ligera y de paredes finas, pero increíblemente flexible; delicada y a la vez robusta; de dimensiones generosas, pero suave y sedosa al tacto. Así son las copas de la serie ‘Josephine’ especialmente pensadas para vino. Cada copa es como una escultura, el resultado de muchos años de experta artesanía y la combinación perfecta de forma y función: la proporción entre el diámetro y la altura, el contorno único del cáliz y la base cónica que se va estrechando estilizándose hacia el fuste. Nada se deja al azar, sino que todos los elementos se combinan en una perfecta armonía de tacto, sabor y olfato. La compañía alemana la considera «una copa que desarrolla el esplendor del sabor de cada vino y que, gracias a su forma característica, resulta memorable tanto para el paladar como para la vista».