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Rioja logró reforzar su posición competitiva internacional en 2020

Registros de aduanas comparados confirman que Rioja mejoró su participación, representando un 43% de la exportación de los vinos españoles con denominación de origen y un 2,4% de los mundiales.

Tras la publicación el pasado mes de febrero de los registros de comercialización de vinos con Denominación de Origen Calificada Rioja por parte del Consejo Regulador, diversos informes elaborados por compañías de análisis de mercados ponen ahora dichos resultados en perspectiva del comportamiento del conjunto de la categoría y de los principales competidores. Por su parte, un informe anual del Observatorio Español del Mercado del Vino califica 2020 como un año absolutamente atípico y muy complicado en los mercados mundiales, en los que además de las consecuencias derivadas de la pandemia, se afrontaron otros retos significativos como los recargos arancelarios establecidos por la Administración Trump, el BREXIT o un notable descenso del consumo en China. 5.480 millones de litros de vinos envasados y 20.829 millones de euros se movieron internacionalmente en este contexto, lo que supuso un retroceso del 2% del volumen y del 6% del valor respecto a las operaciones registradas en 2019.
 
Según los datos aportados por este mismo informe, durante el pasado año el conjunto de la exportación española de vino cayó un 6% en volumen y un 3,6% en valor, retrocesos éstos del 1,9% y del 1,7% respectivamente en el caso de los vinos con DOP. En este contexto de caída general, la Denominación de Origen Calificada Rioja fue capaz de continuar desarrollando su apuesta por la revalorización en mercados internacionales y sus exportaciones crecieron en torno al 10% en volumen y el 3% respecto a la cifra total de negocio internacional de 2019.

Mejora en el índice de competitividad nacional (ICN) e internacional (ICI)

Como resultado, se produjo un notable avance de dos puntos en la participación de Rioja sobre el total de la importación de vinos envasados españoles con DOP en volumen (del 41% de 2019 al 43% en 2020), y de casi cuatro puntos en términos de valor (del 31% al 35%), consolidándose su liderazgo exportador frente a otras regiones vitícolas del ámbito nacional.
 
El estudio también pone los datos en perspectiva del conjunto de los vinos envasados importados a nivel mundial, sobre el cual Rioja alcanza una cuota del 2% del volumen y del 2,4% de la facturación. Además, si se pusiera el foco sobre los 12 principales mercados para las exportaciones de Rioja, la posición de los vinos de la Denominación se mostraría aún más reforzada; en el conjunto de Reino Unido, Alemania, EE.UU., Suiza, Holanda, Suecia, Bélgica, China, Canadá, Noruega, México e Irlanda, Rioja consiguió situar su cuota de mercado sobre las ventas de vinos importados en el entorno de un 3%, lo que supone un primer paso para alcanzar el objetivo del 4% sobre facturación planteado por el Plan Estratégico 21-25 del Consejo Regulador.
 
Rafael del Rey, director general de la Fundación Observatorio Español del Mercado del Vino, considera que «Rioja lo está haciendo bien y su alto grado de internacionalización le ha permitido afrontar el difícil 2020 mejor que muchas otras zonas del mundo. Pese a todo, tiene aún margen de mejora en los mercados internacionales» y considera acertada una «apuesta por el fortalecimiento del posicionamiento de la marca, que soporte un incremento del valor». A este respecto, Del Rey destaca «el comportamiento de los vinos premium en determinados mercados clave para Rioja como Reino Unido, EEUU, Canadá, Irlanda o Suecia», en los que a su juicio Rioja debería ser capaz de ganar presencia.

Mercado nacional

Por otro lado, un nuevo estudio presentado por la consultora Nielsen aporta un exhaustivo análisis de lo acontecido en el mercado del vino en España, y revela cómo el ejercicio 2020 estuvo inevitablemente marcado por el devastador efecto de la pandemia sobre la Hostelería, que comercializó 135 millones de litros de vino tranquilo, por valor de 715 millones de euros, lo que supuso una caída del entorno del 50% en ambas dimensiones.
 
Resulta reseñable que los cierres de bares y restaurantes provocaron un desvío del consumo hacia el hogar, el cual tuvo su reflejo en un crecimiento del 14% del volumen de la venta de vino en el canal de Alimentación que ascendió hasta los 420 millones de litros y los 1.504 millones de euros; este sustancial incremento no llegó a compensar no obstante, la pérdida de consumo en hostelería, y el conjunto del mercado nacional arrojó unas cifras absolutas de 554 millones de litros y 2.220 millones de euros para el conjunto de la categoría de vinos tranquilos, lo que supone un retroceso de un 14% de su volumen y de un 18% de su valor.
 
La nota positiva la aportan los blancos de Rioja, que consiguieron incrementar su participación hasta un 7,8% (+0,5 puntos vs. 2019), así como la estable posición de cuota de los reservas y grandes reservas por encima del 2%. Pese a los vaivenes de un ejercicio ciertamente convulso, el mercado siguió estando liderado holgadamente por Rioja, con un 26,6% del volumen y un 32,1% del valor del vino con D.O. Cabe reseñar que la siguiente Denominación en el ranking nacional se sitúa por debajo del 12% de cuota en volumen, y que las DDOO que más participación ganaron en el último año fueron aquellas con mayor peso histórico en el canal de Alimentación.

Desplome del enoturismo por la pandemia

Por último, el Consejo Regulador ha dado a conocer también un estudio llevado a cabo por la consultora ‘Dinamiza’, que recoge datos consolidados de la actividad enoturística registrada en Rioja durante 2020. Como cabía esperar, la pandemia y las restricciones derivadas de la misma impactaron de lleno sobre la actividad enoturística de las bodegas, provocando un desplome de la demanda de servicios turísticos cercana al -74% (226.000 visitas en 2020 vs 860.000 visitas en 2019). El impacto económico de la actividad enoturística fue de 42 millones de euros, cifra que supuso un retroceso de casi un -76% respecto a la facturación registrada en 2019.
 
Estos malos resultados contrastan con la muy positiva evolución y el crecimiento sostenido a doble dígito que venía registrándose en los últimos años en este campo, cuya inflexión viene evidentemente marcada por las circunstancias derivadas de la pandemia. Cabe destacar que durante el pasado verano se llevó a cabo un sondeo entre 3.000 aficionados al enoturismo de todo el país, y el 95% de los encuestados declaró entonces que percibía Rioja como una buena opción de destino de viaje, y más de la mitad manifestó su intención de visitar bodegas de la Denominación durante 2020. El segundo estado de alarma instaurado en octubre acabó prematuramente con la temporada de otoño e impidió que aquella ‘intención de visita’ pudiera materializarse antes del final del año y elevara las estadísticas de 2020. En cualquier caso, el sentir de aquella encuesta se entiende como un signo esperanzador y absolutamente vigente de cara a la reapertura de la actividad esta primavera.
 
Manuel Romero, director de ‘Dinamiza’ considera destacable «el buen comportamiento de la demanda durante los meses de julio y agosto de 2020, en los que contábamos con menos restricciones y muchos viajeros eligieron Rioja como destino; también sobresale la profesionalidad del sector, que rápidamente supo adaptar las bodegas a las restricciones de aforos y protocolos de higiene, desarrollando propuestas más centradas en el viñedo y en espacios abiertos».

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