Un fraude global con promesas de alta rentabilidad
Dos ciudadanos británicos, James Wellesley y Stephen Burton, se han declarado culpables en un tribunal federal de Brooklyn por su participación en una estafa piramidal de 99,4 millones de dólares. Los acusados ofrecían a inversores de todo el mundo préstamos supuestamente garantizados con vinos raros y exclusivos, una promesa que resultó completamente falsa.
Préstamos falsos y vinos inexistentes
La trama, orquestada a través de la empresa Bordeaux Cellars, ofrecía rendimientos del 12% trimestral a cambio de inversiones en préstamos respaldados por colecciones de vino. Sin embargo, las investigaciones demostraron que los vinos y prestatarios nunca existieron, y que los fondos se utilizaban para gastos personales o para pagar a otros inversores, siguiendo el patrón clásico de un esquema Ponzi.
Arrestos y confesiones
Burton fue detenido en 2019 en el Reino Unido, donde se hallaron pasaportes falsos, relojes de lujo y lingotes de metales preciosos. Tras huir y ser capturado en Marruecos, fue extraditado a Estados Unidos. Wellesley, por su parte, fue extraditado desde Reino Unido en julio de 2025. Ambos han admitido su culpabilidad y afrontan penas de hasta 29 años de prisión.
Impacto y lecciones del caso
El caso ha expuesto cómo el atractivo del vino como inversión puede ser utilizado para engañar a inversores confiados. Las autoridades estadounidenses continúan investigando las ramificaciones del fraude y trabajan para recuperar parte del dinero defraudado.
La historia de Bordeaux Cellars es un recordatorio de la importancia de verificar la autenticidad de los activos y la legalidad de las inversiones, especialmente en sectores de lujo como el vino.
