Familia Escudero, una bodega con carácter artesano
Respeto al medio ambiente, investigación y profesionalidad son las señas de identidad que definen a esta empresa bodeguera. Cuenta con 150 hectáreas de viñedo propio con una edad media de 50 años.
Inició su actividad vitivinícola en 1852. Su bisabuelo, Juan Escudero, comenzó a elaborar vinos en cubas de roble en la localidad riojana de Grávalos. De los conocimientos acumulados y transmitidos por sus antepasados surge, a principios de los años 50, la elaboración de los primeros cavas riojanos, con un marcado carácter artesano, de la mano de Benito Escudero, padre de la actual generación de bodegueros. Actualmente, comprometidos con el mismo amor por el viñedo, los vinos y los cavas.
La cuarta generación de esta familia de bodegueros asume las diferentes responsabilidades de la empresa: viticultura, gerencia y administración marcan el día a día de los hermanos Jesús, María Ángeles, Amador y José María Escudero. Asimismo, el respeto al medio ambiente, la investigación, la profesionalidad en todos los ámbitos de la empresa y la máxima de ofrecer al cliente no sólo un excelente producto, sino también un servicio óptimo, son los ejes sobre los que se asienta la actividad de la Familia Escudero.
Elaboración
Tras una primera selección de los racimos más sanos, la uva se recoge en pequeños cajones. Al llegar a la bodega se realiza una segunda selección manual. Estas uvas permanecen en el depósito unos 25 días aproximadamente, realizando una primera fermentación alcohólica a temperatura controlada que durará alrededor de 10 días, para después seguir un proceso de maceración de unos 15 días, con el objetivo de extraer el máximo color, taninos y aromas. Todo el proceso de vinificación se hace por gravedad, no utilizando nunca bombas de vendimia en el traslado de la uva estrujada, ni siquiera para remontar el mosto durante la fermentación. Con ello se evita la rotura de pepitas que aportarían sabores amargos.
La crianza en barrica dura entre 12 y 36 meses en la sala de barricas bajo tierra, manteniéndose de forma natural la temperatura y humedad idóneas. De esta manera, se adquiere un perfecto equilibrio entre el vino y las aportaciones de la madera, a la vez que madura con el paso de oxigeno a través de sus duelas. Durante este tiempo se realizarán 3 o 4 trasiegos al año para eliminar las impurezas. En función de las características que se quieran otorgar al vino, hay que tener en cuenta el origen de las barricas (roble americano, francés o rumano) y los diferentes grados de tostado de la madera. El reposo del vino en botella puede oscilar entre los 12 y los 36 meses, o incluso más. Durante este proceso, el vino adquiere la madurez y finura necesaria para un perfecto disfrute.
Viñedos
La Familia Escudero cuenta con 150 hectáreas de viñedo propio con una edad media de 50 años. La mayor parte están situados en la ladera sur del Monte Yerga, a una altura entre 400 y 800 metros sobre el nivel del mar, sobre suelos pobres y pedregosos, idóneos para un viñedo de escasa producción y de gran calidad. Sus antepasados denominaban VIDAU a la mezcla de diferentes variedades en la misma parcela: Tempranillo, Garnacha, Mazuelo, Graciano y Monastrel.
Estos viñedos viejos se cultivan de manera tradicional. No se utilizan fertilizantes químicos, sino únicamente abonos orgánicos procedentes de las granjas vecinas. Los viñedos cuentan con un clima continental, de inviernos fríos, veranos cálidos y soleados con diferencias importantes entre las temperaturas diurnas y nocturnas. Todo un conjunto de influencias y matices climáticos que se alían para aportar a la uva un carácter singular y distintivo. La vendimia es manual y larga, ya que ha de seguir el proceso de madurez de cada variedad, pago por pago, con una planificación diaria.