Volver al origen: cuando el vino era el alma de Labastida
En el corazón de Rioja Alavesa, la villa de Labastida guarda una historia íntimamente ligada al vino. Ya en 1685, esta localidad contaba con 243 cosecheros y más de 900 cubas en las que se criaba el fruto de su tierra. El vino no solo era un producto agrícola, sino el verdadero motor económico y social de la villa.
Esa identidad vitivinícola se mantiene viva gracias a Los Cinco de Labastida, cinco jóvenes viticultores decididos a devolver el valor y la voz a los antiguos parajes de su pueblo a través de vinos que hablan de territorio, tradición y futuro.

Cosecheros del siglo XXI: cinco nombres, cinco vinos, una misma raíz
Jorge Gil, Luis Salazar, Alberto Martínez, Íñigo Perea y Alain Quintana son los protagonistas de este proyecto colectivo e independiente que nace con el apoyo de la bodega Remelluri y la guía técnica de Telmo Rodríguez.
Desde 2020, elaboran sus vinos bajo el nombre común de Cosecheros de Labastida, una colección que se fermenta con el recuerdo de sus mayores y la fuerza de un viñedo que nunca ha dejado de latir.
Cada uno de ellos trabaja su mejor parcela familiar y la convierte en un vino singular:
- Saigoba, de Jorge Gil
- Los Herreros, de Luis Salazar
- Larrazuri, de Alberto Martínez
- Espino Bendito, de Íñigo Perea
- Espirbel, de Alain Quintana
Cinco vinos de parajes únicos, distintos entre sí pero unidos por un mismo propósito: reivindicar la diversidad y el alma agrícola de Labastida.
Parajes singulares, vinos irrepetibles
En Labastida no se habla solo de viñedos, sino de parajes. Territorios con nombre propio, historia heredada y características únicas que los convierten en pequeños tesoros enológicos. Esa diversidad natural se traduce en cinco vinos completamente diferentes: más frescos o más densos, con más fruta o con más estructura.
Lo que comparten todos es una identidad común en su presentación: un diseño de etiqueta unificado, limpio y simbólico, que refleja la unidad de un pueblo por su tradición vitícola.
De la viña a la etiqueta: cerrar el círculo de la historia
La colección Los Cinco de Labastida representa una nueva manera de entender el vino desde la autenticidad y el territorio. Un acto de valentía que no solo busca elaborar vino, sino cultivar memoria. Para estos cinco cosecheros, ver sus nombres en una etiqueta es algo más que un logro: es cerrar el círculo que sus antepasados iniciaron hace siglos en las bodegas subterráneas del pueblo.
La primera cosecha, la del 2020, acaba de salir al mercado y podrá encontrarse en canales de restauración especializada. Se trata de producciones limitadas (unas 2.000 botellas por referencia) que buscan conquistar al consumidor desde la verdad del paisaje.
Labastida, ayer y hoy: una historia que vuelve a escribirse
Este nuevo proyecto colectivo es una muestra de cómo la juventud y la tradición pueden caminar juntas. Los Cinco de Labastida no solo elaboran vinos; reavivan el relato de una villa que un día fue grande gracias al vino y que ahora, con proyectos como este, vuelve a poner su nombre en el mapa vitivinícola de Rioja Alavesa.
Recuerda suscribirte a nuestro blog para no perderte nada del mundo del vino.